Bueno, pues
siguiendo con nuestras entradas de verano en el blog, hoy vamos a hablar de las
picaduras.
Empezamos con
las picaduras más comunes:
Mosquitos: Uno de los peores enemigos del verano
son las picaduras de los mosquitos.
Las zonas calurosas y húmedas son las más
afectadas ya que son las preferidas por los mosquitos.
En nuestro
país, sobre todo la zona de Levante y la costa sur de la península. En el
interior aparecen principalmente en lugares próximos a lagunas o marismas.
Por regla general, las picaduras de los mosquitos las realizan las hembras, que necesitan alimentarse de sangre
para obtener los nutrientes necesarios para que sus huevos resulten fértiles.
Algunos pacientes pueden ser susceptibles a las picaduras de mosquito. Hay
determinados tipos de mosquitos que pueden ser vectores de enfermedades, que
transmiten en el momento de la picadura, pero en general las picaduras de
mosquitos no suelen revertir mucha gravedad.
Los principales síntomas son inmediatos y fáciles
de reconocer:
- Enrojecimiento,
- Hinchazón (inflamación)
- Picor
Así,
en caso podemos aplicar algunos consejos para aliviar estos síntomas:
- frío local (durante 10 minutos y repetir según
necesidad) o cualquier agente antiinflamatorio.
- La aplicación tópica de amoniaco es eficaz para aliviar las molestias
pero si la reacción local es muy intensa
se pueden aplicar corticoides en la zona de la picadura y si hay molestias
generales se puede administrar un
antiinflamatorio oral, a dosis terapéuticas.
- Por último, si hay picor, se puede recurrir
a un antihistamínico oral.
Ya sabemos
que lo más importante es la prevención por eso:
- Intentar usar repelente antimosquitos
- Utilizar mosquiteras adaptadas a las ventanas
- Los mosquitos son atraídos por la luz, por lo que
intentar no tener encendidas las luces durante demasiado tiempo
- Protegerse la piel en la medida de lo posible
con mangas largas y pantalones
largos, sobre todo si viajamos a algún
país donde los mosquitos transmitan enfermedades importantes.
Avispas y abejas: Las picaduras de abejas y avispas
son frecuentes en primavera y verano, porque cuando hay más polen están más activas, y son los niños los más
afectados.
La reacción común es un dolor intenso en el
momento en que se produce la picadura, la formación de una pápula (levantamiento
rojizo de la piel con un punto central donde actuó el insecto), una
desagradable sensación de picor y la posibilidad de que aparezca un edema
progresivo en las horas siguientes.
Las abejas y avispas son atraídas por la
fragancia de las flores, los colores brillantes y la superficie de aguas
tranquilas.
Las abejas disponen de un aguijón que se
desprende cuando pican y tras el desprendimiento de este se mueren, sin
embargo, las avispas no pierden el aguijón pudiendo picar más veces.
Lo más importante cuando nos piquen es:
- En
caso de las abejas:
debemos extraer el aguijón que deja
en la piel con mucho cuidado de no presionarlo para que no se extienda el
veneno. Podemos usar unas pinzas para extraerlo mucho mejor.
- Poner
frío en la zona de la picadura y si fuese necesario un antihistamínico.
- Aquellas personas alérgicas al veneno de las avispas y abejas deben tener especial
cuidado de no estar en zonas donde comúnmente se encuentran (cerca de plantas y
flores y en las piscinas) En cualquier caso, la reacción alérgica se produciría
si se producen varias picaduras a la vez y siempre y cuando en otras
ocasiones anteriores hayan sufrido
picaduras por este insecto.
- Los síntomas que revelarán una posible
alergia pueden ser un enrojecimiento de la piel generalizado, hinchazón en
otras zonas alejadas del lugar de la picadura, palpitaciones, sensación de
ahogo en la garganta, dolor abdominal o malestar generalizado. Si se sufre esta
situación es preciso acudir al servicio
de urgencias para que le pongan el tratamiento adecuado. Además, sería
conveniente acudir al especialista (alergólogo)para practicarse las pruebas de
alergia, y en caso de que sean positivas ponerse en tratamiento
Garrapatas: Las garrapatas son pequeños animales
parecidos a los insectos que se le pueden adherir sobre todo en zonas de
vegetación, posteriormente se dirigen hacia zonas calientes y húmedas del
cuerpo :como las axilas, la ingle y el cabello y aquí se adhieren firmemente a
la piel y comienzan a chupar la sangre.
Las garrapatas son un importante vector de
transmisión de bacterias que causan enfermedad. Hay que estar atento a síntomas
como :
- Apnea (detención de la respiración)
- Ampollas
- Dificultad para respirar
- Salpullido
- Dolor fuerte en el sitio de la
picadura (algunas variedades) que dura varias semanas
- Hinchazón en el sitio de la picadura
(algunas variedades)
- Debilidad
- Movimientos descoordinados
Lo primero
que debemos hacer es extraer la garrapata con cuidado de que no se quede la
cabeza enganchada, si creemos que no somos capaces es mejor que este proceso lo
realicen en un centro sanitario.
- Es importante realizar este proceso
con pinzas y protegiéndonos las manos con guantes o algo similar.
- Para extraer la garrapata
correctamente debemos agarrar a la misma cerca de la cabeza o boca y tirar
hacia fuera con un movimiento lento y constante sin apretar o aplastar la
garrapata.
- Una vez extraída lavamos la zona con
agua y jabón al igual que nuestras manos
- Llevar a la víctima a un centro
hospitalario así como la propia garrapata extraída para que determinen si ha
podido contraer alguna enfermedad.
Arañas: en España no existen arañas
peligrosas y no suelen picar a humanos excepto en casos extremos y cuando se
ven amenazadas.
Suelen vivir
en zonas no muy iluminadas y frescas, aunque no excesivamente frías. La
picadura es poco peligrosa.
El dolor suele aparecer pocos momentos después
de la misma, acompañándose de una reacción inflamatoria local, alrededor de una
zona cianótica (de color azulado).
Rara vez
provocarían más síntomas, como hinchazón del miembro afectado, dolor de cabeza,
náuseas o dolores articulares.
El
tratamiento consiste en:
- frío en la zona de la picadura,
- corticoides y antihistamínicos de
forma tópica, según la edad y la evolución del paciente,
- analgésicos
Como siempre
lo más importante es la prevención y para prevenir estas picaduras algunos
consejos son:
- Evite el contacto con estos animales
una vez localizados.
- No meter la mano o el pie en huecos
entre las rocas o debajo de las piedras sin asegurarse de que no hay ningún
animal
- Si notamos que tenemos entre la ropa
alguna araña hay que retirarlo con algún objeto y nunca con la mano
Escorpión o Alacrán: En España existen dos tipos de
escorpiones: el escorpión amarillo, de color claro y tono amarillento y el escorpión
de cola amarilla mas pequeño de color pardo pero con la cola de tonalidad mas
clara y viva.
Es a través de la cola donde producen las
picaduras y estas son relativamente
frecuentes en España, aunque dada la pequeña cantidad de veneno inoculado en cada
picadura, rara vez produce sintomatología de gravedad.
Suele vivir en zonas secas y pedregosas, no
extremadamente frías, habitando en lugares oscuros y resguardados, huecos entre
rocas o debajo de piedras grandes.
Tiene hábitos
nocturnos, aunque si son molestados durante el día también llegan a ocasionar
picaduras. La inoculación produce una fuerte reacción local, con dolor agudo en
la zona de picadura, inflamación y edema regional del miembro afectado.
Esta
inflamación cursa con enrojecimiento y tumefacción de la zona y rara vez
produce sensación de hormigueo en la parte expuesta. Con frecuencia, la
picadura provoca en el miembro afectado un gran edema, de carácter centrípeto,
y en ocasiones calambres musculares, temblores y hormigueo (parestesias).
Ante la
picadura de un escorpión debemos:
- inmovilizar
la zona de inoculación.
- aplicar
frío para producir vasoconstricción y que no se expanda el veneno.
- realizar un
torniquete en el momento de la picadura y nunca pasados 30 min desde esta.
- tratamiento
sintomático: fármacos antihistamínicos, corticoides, analgésicos y antiinflamatorios.
Medusa: La medusa es un animal invertebrado
perteneciente al orden de los celentéreos. La más frecuente implicada en las
picaduras pertenece al género Physalia (Carabela Portuguesa, Botella Azul).
Las medusas viven
suspendidas en la columna de agua y forman parte del plancton gelatinoso.
Aunque tienen una ligera capacidad de movimiento, son por lo general, incapaces
de vencer las corrientes marinas y son arrastradas por ellas, muchas veces hasta
la costa. Las medusas pueden llegar
flotando hasta las mismas playas, y la picadura suele producirse tras el
contacto con el animal, bien de forma accidental, bien al intentar cogerlo de
forma voluntaria. La picadura produce una gran
sensación de dolor y picor (prurito), seguida de una inflamación de la zona
afectada, con enrojecimiento e hinchazón del lugar en el que se produjo.
Posteriormente pueden aparecer vesículas similares a las producidas por una
quemadura.
Ante la picadura del animal realizaremos lo
siguiente:
-
Se inmovilizará la zona afectada
-
Aplicando además compresas frías
-Se
recomienda el uso de guantes para retirar, de la piel lesionada, los restos
visibles de la medusa con ayuda de pinzas, nunca con los dedos,
-Lavar
la zona lesionada con agua salada o suero fisiológico a chorro, nunca con agua
dulce.
-Se
administrará una pomada antiinflamatoria que contenga corticoides y
antihistamínicos.
Pueden
ser útiles los analgésicos, que aunque mitigan el dolor, no mejoran el cuadro
clínico.