Vamos a dedicar esta entrada para hablar de los efectos perjudiciales del Sol, así como de la protección solar que debemos usar. Ya sabemos que el sol emite diferentes tipos de radiaciones, pero a nosotros nos interesan las que afectan a la piel que son:
- Radiaciones ultravioletas de dos tipos A( UVA) Y B (UVB)
- Radiaciones infrarrojas
Las UVB: tienen mucha energía, pero penetran poco en la piel, por lo que son las que nos producen el enrojecimiento y son las responsables del verdadero bronceado.
Las UVA: tienen menos energía pero penetran mas en la piel y son las responsables de las alergias solares, del fotoenvejecimiento de la piel, y de las pigmentaciones cutáneas o manchas solares.
Las radiaciones infrarrojas: pueden potenciar los efectos de las radiaciones ultravioletas y producen el efecto calórico. La sensación de hay estoy sudando tengo calor!
En definitiva, la exposición inadecuada al sol puede provocar insolaciones, quemaduras, envejecimiento prematuro de la piel, alteraciones del sistema inmunitario, afecciones oculares y cáncer de piel. Y entonces ¿que hacemos?, ¿no tomamos el sol? Pues para evitar todo lo anterior existen unos productos cosméticos, los protectores solares. Estos protectores solares tienen unas sustancias que se llaman filtros capaces de absorber o reflejar estas radiaciones perjudiciales. Los protectores solares actúan frente a los tres tipos de radiación, pero cada protector lo hace de forma distinta. Hoy vamos a aprender a elegir el protector idóneo para nuestro caso concreto.
Para ello debemos conocer algunos términos:
• Para la protección de rayos ultravioleta de tipo B (UVB); nos vamos a fijar en el factor de protección solar (FPS) o el índice de protección solar (IP): este factor nos indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad de defensa de la piel al enrojecimiento. Ya hemos dicho antes que las radiaciones tipo B eran responsables del enrojecimiento de la piel. Así podemos encontrar en el mercado estos factores de protección:
Para elegir el fotoprotector adecuado debemos tener en cuenta unas pautas:
o En la primera exposición nunca utilizar un FPS menor de 15.
o Aumentar el FPS en pieles claras especialmente fototipos I y II, en niños, en deportes acuáticos y de montaña, en embarazadas u otros grupos de riesgo frente al sol, en días de alta intensidad solar o en tiempos prolongados de exposición.
• Para la protección UVA: se usa el término PPI o PPD que significa capacidad de producir una pigmentación inmediata o duradera.
• Para la protección IR: no hay métodos oficiales para evaluar este índice de protección.
• “pantalla total” o “sun block” esto significa que ese producto tiene un factor de protección mayor de 20, pero no indica que estemos protegidos frente a todos los tipos de radiaciones.
• Resistencia al agua: para ello podemos encontrarnos dos etiquetas:
- Water resistant: cuando el protector no ha perdido su capacidad después de estar 40 min en el agua
- Waterproof: cuando el protector no ha perdido su capacidad después de estar 80 min en el agua
UNA VEZ QUE SABEMOS TODOS LOS TÉRMINOS Y LO QUE SIGNIFICAN… ELEGIMOS NUESTRA PROTECCIÓN ADECUADA y para ello vamos a tener en cuenta:
• A quien va dirigido: niños adultos..
• Nuestro fototipo: esta determinado por las características de la pigmentación de la piel, los ojos, el cabello, y la capacidad para adquirir un bronceado. Existen 4 tipos de fototipos distintos:
• Zona de aplicación: cuerpo, cara…
• Tipo de piel: normal, seca, grasa, con tendencia a que salgan granitos de acné…
• Índice ultravioleta: UVI: es la estimación de la radiación ultravioleta tipo B máxima que hay en la Tierra a la hora del medio día. Esta información podemos encontrarla en la Agencia Estatal de Meteorologia, en la emisión del tiempo en la televisión, radio…
• Hora del día: la radiación solar es más intensa entre las 12 y las 16 horas.
• La altitud: el riesgo de quemaduras se incrementa con la altura. Cada 300 metros de altura se incrementa un 4% el riesgo de quemaduras.
• El lugar geográfico: la radiación solar es más intensa cuanto más cerca de la línea del Ecuador estemos.
• Estación del año: en verano, la radiación nos llega con su máxima energía.
Una vez que tenemos valorados estos factores elegimos el protector solar. Para ello os ponemos una tabla que podéis utilizar para saber que protector es el más adecuado para vuestra piel en función del tipo de piel que tengáis ( fototipo) y el índice ultravioleta que haya (UVI)
PARA TERMINAR ALGUNOS CONSEJOS/ INFORMACIÓN ÚTIL
• Los foto protectores hay que usarlos incluso en días nublados
• El agua y las hojas (10%), la nieve (80%) y la arena (25%) reflejan las radiaciones solares aumentando sus efectos, por lo que hay que usar protección más alta si vamos a rodearnos de alguno de estos elementos.
• En casos especiales: embarazo, patologías cutáneas, trabajadores al aire libre, individuos con antecedentes familiares de cáncer y fototipos muy bajos I y II, aplicar productos de alta protección o evitar tomar el sol.
• Extremar las medidas protectoras en cualquier actividad al aire libre
• Proteger los ojos con gafas de sol que lleven protección 100% UVI
• No utilizar protectores solares abiertos desde el año anterior
• Evitar largas exposiciones al sol.
• Procurar no dormirse al sol.
• No utilizar colonias, desodorantes u otros cosméticos en la exposición al sol, producen manchas.
• Proteger la cabeza con un sombrero, gorra.
• Hay medicamentos que producen una reacción de fotosensibilidad cuando nos exponemos al sol. Algunos de estos son: - Anestésicos locales - Antiacnéicos (retinoides y peróxido de benzoilo). - Antiarrítmicos (amiodarona y quinidina). - Antidepresivos tricíclicos. - Antiepilépticos (fenitoína, carbamazepina). - Antihistamínicos H1 (ciproheptadina, difenhidramina, dimenhidrinato, prometazina). - Antimicrobianos (sulfamidas, tetraciclinas, eritromicina, griseofulvina, etc.). - Antineoplásicos. - Antiparasitarios. - Antipsicóticos del tipo butirofenonas y fenotiazínicos. - Psoralenos.
• Vigilar los cambios de color, forma o tamaño de pecas o lunares. Consultar al especialista
• Aplicar el fotoprotector en cantidad generosa (2 mg/cm2), de forma uniforme, sobre la piel seca, media hora antes de la exposición al sol.
• Renovar la aplicación a las 2 horas y después de cada baño.
• Extremar las precauciones en las partes del cuerpo más sensibles al sol: cara, cuello, calva, hombros, escote, orejas, manos y empeines.
• La protección de los labios se debe hacer con lápices o barras fotoprotectoras, y la del cabello con productos específicos.
• Aumentar el consumo de b-CAROTENOS pues son antioxidantes que nos ayudan a protegernos de las radiaciones solares. Estos antioxidantes se encuentran mayoritariamente en verduras y frutas de color amarillo y naranja.
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