lunes, 28 de julio de 2014

HÁBITOS ALIMENTICIOS EN VERANO

En verano, se hace necesario adaptar el organismo a las altas temperaturas, realizando una correcta alimentación e hidratación. En esta época del año, la naturaleza nos brinda con alimentos estacionales ligeros y refrescantes.
HIDRATACIÓN

Empezamos hablando de la importancia de la hidratación: la sudoración, es el principal mecanismo de defensa que el cuerpo pone en funcionamiento contra al elevación de la temperatura corporal.  Cuando sudamos, perdemos agua, pero también perdemos sales minerales como sodio, potasio y magnesio, fundamentales para el funcionamiento corporal equilibrado.
Cada individuo, tiene unas necesidades específicas de hidratación en función de la edad, el sexo, el metabolismo, el nivel de actividad física y las condiciones ambientales.
Regla: por cada 1kg de pesoè 31.5 ml de agua.
Hay que beber agua antes de tener sed, cuando se pierde 1% de líquidos es cuando aparece la sensación de sed, si esta perdida es del 2% se reduce el rendimiento y la resistencia y si es una perdida del 5% reproduce una aceleración del ritmo cardiaco, apatía, vómitos y espasmos musculares.

Hay que prestar especial atención en:

Ancianos: porque el mecanismo de detección e identificación de la sed esta deteriorado.

Niños: no han desarrollado aun este sentido.

Deportistas: durante la realización de ejercicio puede desaparecer la sensación de sed, pero sin embargo podemos estar deshidratados. La falta de líquidos puede aumentar la fatiga, disminuir el rendimiento o provocar un golpe de calor, pues disminuye la capacidad de termorregulación del organismo. Un consejo es pesarse antes y después de realizar ejerció e ingerir una cantidad de líquido igual a 1,5 veces el peso perdido.

Aparte del liquido, ya hemos dicho que cuando sudamos perdemos también sales minerales, una buena forma de recuperarlas es a través de la alimentación.

En verano es muy importante introducir de forma diaria frutas jugosas como sandias melón, naranja o uvas que además de hidratarnos nos aportan vitaminas y minerales.
Las verduras se convierten en un plato primordial en verano. Una buena forma de comer verduras es en forma de ensaladas. Son ricas en agua, vitaminas, minerales y fibra, por lo que nos hidratan, refrescan y depuran el organismo, además de protegernos la piel de rayos solares y del estreñimiento.



Es importante evitar los fritos, pues contienen mucha cantidad de grasa que hacen que las digestiones sean más pesadas y más lentas.
Un apartado importante a la hora de la alimentación en verano es la conservación y manipulación correcta de los alimentos para evitar las intoxicaciones alimenticias. Algunos consejos ha seguir son: 


·                 No busque alimentos "caseros" o "artesanales" sin marcas, adquiéralos con garantías para su salud (etiquetados, con control sanitario, etc.).
·                 NO rompa la cadena de frío de los alimentos.
·                 Descongele los alimentos siempre dentro de la nevera y NO los recongele una vez descongelados.
·                 Organice la compra de alimentos, adquiera los productos perecederos frescos o congelados en el último momento antes de llevarlos a casa, de esta manera sencilla no se rompe la cadena de frío.
·                 Compruebe la fecha de caducidad o de consumo preferente e instrucciones de conservación de los alimentos envasados antes de su consumo.
·                 NO adquiera alimentos perecederos en venta ambulante, especialmente huevos.
·                 En caso de consumo de mayonesa casera y salsas o cremas, elaboradas con huevo fresco, consúmalas inmediatamente y deseche los restos.
·                 Mantenga un orden en su nevera colocando los alimentos según las características y estado de los productos: alimentos cocinados y tapados en la parte alta, los frescos en la parte media y frutas, verduras y hortalizas en la parte baja. No cargar en exceso el frigorífico.
·                 Evitar las aperturas frecuentes del frigorífico.
·                 Mantener una higiene estricta, con la limpieza con agua jabonosa y un enjuague con agua con lejía o vinagre cada 15 días.
·                 Observar el color y olor de los alimentos antes de prepararlos, cualquier cambio constituye una señal de alarma.
·                 Limitar la exposición a temperatura ambiente de los productos sensibles, colocándolos de nuevo en el frigorífico inmediatamente después de su uso.
·                 Lave y desinfecte adecuadamente con agua y unas gotas de lejía (de 3 a 5 gotas por litro según la concentración del producto), APTA para desinfección de agua las frutas, verduras y hortalizas antes de su consumo.
·                 Mantenga los productos químicos e insecticidas separados y alejados de los alimentos.
·                 No usar NUNCA recipientes que han contenido alimentos para guardar productos químicos de limpieza y desinfección ya que pueden ingerirse accidentalmente.
·                 Cuando se preparen comidas para su consumo en la playa o el campo se deberán elaborar con la mínima antelación posible y prestar especial atención a la organización en la nevera para su correcto transporte. Se colocarán en la parte más baja los alimentos que se consumirán al final de la comida y aquellos de consumo más rápido o uso frecuente, como líquidos y refrescos, en la parte alta de la nevera donde se colocan las placas generadoras de frío.
·                 En las comidas de excursión, al campo o playa, evite alimentos con huevos, salsas o cremas y lleve siempre agua envasada. Deseche los restos que hayan sobrado.
·                 En los establecimientos de temporada como chiringuitos, terrazas-bar, camping, etc. consuma productos que le ofrezcan garantía sanitaria y en su caso adecuadamente refrigerados y manipulados con útiles limpios.

Y como punto y final a la entrada de hoy, y que tiene su relación con la alimentación, daros a conocer una iniciativa que el centro está llevando a cabo en los últimos meses.
 Los que nos visitáis con frecuencia, seguramente habéis visto carteles colgados por el centro en los que se leen; “mes de las legumbres, mes de las galletas y cereales….”, y es que estamos colaborando con la asociación Juventudes Hospitalarias de nuestra localidad  en la recogida de alimentos.
Son muchas las familias necesitadas que nos encontramos a diario. Juventudes Hospitalarias intenta paliar estas necesidades, ayudando a nuestros vecinos; desde Isabel II, os animamos a poner vuestro granito de arena.

Durante estos meses estamos recogiendo: